Piso compartido, ¿quién paga qué?

Vivir en piso compartido no es exactamente un "camino de rosas". Aun conociendo o no a tus compañeros de piso, es importante fijar algunas reglas y la repartición de los gastos, para evitar cualquier problema durante la estancia en el piso. Te damos algunos consejos sobre cuáles son las obligaciones de los inquilinos en términos de gasto.

Desde la llegada al alojamiento, cada inquilino debe firmar un contrato con el propietario. Este contrato establece el nombre de todos y cada uno de los inquilinos. Si un inquilino no aparece en dicho contrato, no tendrá oficialmente ningún derecho ligado al alquiler. Durante toda la duración del contrato de alquiler, los inquilinos son responsables de cumplir con las reglas del alquiler y de los cargos de las reparaciones eventuales que puedan surgir. Para que el propietario se sienta seguro de recibir todos los meses el precio del alojamiento mensual, además de la habitual fianza o depósito de garantía, puede pedir una fianza solidaria.

Este tipo de fianza es a menudo solicitada por el propietario en caso de un piso compartido entre estudiantes, o cuando el alquiler representa un tercio de los recursos de los inquilinos. En este caso, una persona se compromete a pagar el total del alquiler además del cargo correspondiente de los demás inquilinos si estos no se encuentran en posibilidad de pagar el alojamiento. Por otro lado, siempre será preferible tener una fianza solidaria por inquilino. Este tipo de fianza estará reglada con un documento escrito y como anexo al contrato de alquiler y en el mismo será mencionado la identidad del garante solidario, su dirección, identidad del inquilino que es cubierto por la garantía, la dirección del propietario y la duración del contrato de alquiler.

Cada inquilino deberá así mismo asegurar contra todo riesgo en el alquiler contratando un seguro para el alojamiento contra incendios, inundaciones, o deterioros que pudieran presentarse. Es posible solicitar un seguro suscrito por el propietario en el cuál el precio repercuta sobre el precio del alquiler.

Es importante en el alquiler de un piso compartido repartir los gastos de vida, y que esto se haga rápidamente desde el primer momento. Ya no solo el tener en cuenta los gastos del contrato, seguro, y derivados, sino también los gastos que tienen que ver con facturas: electricidad, agua, gas e internet.

Así mismo, si el alojamiento no está amueblado desde el primer momento, el reparto de la comrpa de muebles también será importante. Cada uno podrá también partir a continuación con aquellos muebles que haya pagado en su totalidad. Para el día a día, las comprar podrán así mismo ser repartidas en varios presupuestos o también podréis simplemente hacer un presupuesto común. Cuando hablamos de compras, no olvidar también incluir, los productos de limpieza a pagar entre todos.